Kuvasz Húngaro

Historia de la Raza:
El Kuvasz Húngaro es un perro de linaje antiguo, habiendo varias versiones, hipótesis y opiniones para la historia de su origen y pasado. Hay autores que defienden que esta raza existe desde 5000 A.c., basándose en representaciones de este perro en hallazgos arqueológicos de la altura. Otros creen que el Kuvasz ha estado entre los pueblos nómadas que cruzaran Europa y Asia cerca de 2000 A.c. y que se establecieran por fin a la actual Hungría. En ese tiempo, a este perro se llamaba de “Ku Assa”, sinónimo de “el perro de los caballos”. Esa denominación ha evolucionado con la presencia de turcos otomanos en la región para “Kawasz”, que significa “guarda armada de la nobleza”.
En el siglo XV surge el que probablemente se puede considerar como primero registro fiable de esta estirpe: la mención a los Kuvasz en crónicas de la autoría de Matías I, rey de la Hungría que durante su reinado desarrolló un programa de criamiento de esta especie. Se cuenta tenía el habito de incluir el Kuvasz a las ofrendas con las que agraciaba otras cortes, pues en esta altura este perro solía ser utilizado en la defensa de la nobleza y en juegos de caza. La conexión entre el Kuvasz y las clases más abastadas de la populación se reduce con la muerte de este rey, pasando a ser utilizado nuevamente como perro de guarda y perro pastor.
En 1883 se da la primera aparición de esta especie en una exposición en Viena, a través de la criadora Count d’Esterházy. Dos años después, se crea el primero estándar que establece las características de esta raza. Finalmente en 1934, la FCI (Fédération Cynologique Internationale) certifica este padrón.
La II Guerra Mundial casi extinguió a esta especie. Su fuerza y proporción intimidaban las tropas invasoras que los liquidaban por seguridad, sobreviviendo solamente poco más de 30 especimenes al cabo de este conflicto.
Actualmente, los Kuvasz se encuentran fuera de peligro. Muchos criadores han asegurado la continuidad de esta clase de perros y los clubes que los protegen están dispersos por todo el mundo.

Descripción:
El pelaje de los Kuvasz, de color negro o marfil, alcanza diferentes larguras, formando una exuberante melena alrededor del cuello. El pelo es crespo y ondulado, sin tendencia a enredarse.
La cabeza se distingue de las otras razas por ser muy bien proporcionada, de contorno cuadrado. El chaflán nasal es un poco pronunciado y el hocico es estrecho. Los ojos se parecen con pequeñas almendras marrón-oscuro. Las orejas las tiene en forma de “V”, redondeadas en las puntas, pendientes sobre las mejillas.
El dorso de los Kuvasz es ancho y de largura media y los miembros son robustos, confiriéndole grande firmeza y elegancia. De perfil, su silueta es casi cuadrada y posee una construcción fuerte y un movimiento calmo. La cola de baja inserción suele estar ligeramente curvada arriba, sin que forme la típica cola de gancho.

Temperamento:
Los Kuvasz presentan un típico perfil de perro de guarda: husmean instintivamente el peligro y defienden la familia, principalmente el que elige como su amo. Muchos lo consideran un excelente perro de guarda debido a su independencia y dedicada forma de desempeñar esa tarea.
No obstante, es necesario enseñarle desde joven a obedecer y a convivir, especialmente con los desconocidos. Esto porque cuando se hace adulto adopta grandes proporciones, recomendándose que sea “socializado” lo más posible para que no desarrolle reacciones agresivas y espontáneas.
Es generalmente un animal reservado, determinado y valiente, con un fuerte instinto protector, siendo necesario un intenso y continuo acompañamiento realizado por la persona “dominante” de la familia, ya que no es fácil moldar una personalidad tan independiente.
En familia, los Kuvasz son dóciles, poco exigentes a nivel de atención, inteligentes y pacientes.

Observaciones:
Los Kuvasz son animales con alguna propensión para desarrollar problemas de piel, alergias, displasia de las caderas y osteocondritis, problemas que se podrán evitar si el perro es clínicamente acompañado durante su crecimiento.
Estos perros no son hechos para vivir en espacios pequeños. Su porte de grandes dimensiones y la necesidad de ejercicio físico lo hacen apto a vivir al exterior, si posible en un gran patio debidamente cercado. Incluso en estas condiciones es fundamental llevarlo para pasear e correr.
En cuanto a la manutención de su pelo, no es necesario darle baño frecuentemente, pues su pelo se mantiene limpio naturalmente. Se recomienda, con todo, un cepillado semanal.