Mastín de los Pirineos

Historia de la Raza:
La historia del Mastín de los Pirineos está íntimamente conectada con los anales del Reino de Aragón, uno de los reinos cristianos que se formaran después de la Reconquista, en aquella que vendría a ser muchos siglos después la España. Estos perros se han desarrollado en las regiones montañosas del sur de los Pirineos, donde eran utilizados para proteger los rebaños de los ataques de los lobos y de los osos, a veces en condiciones climatéricas adversas. Les aplicaban una protección en el cuello (un collar llamado de carlanca) para evitar que las fieras le mordieran. Con el pasar de los siglos, bajó el potencial de amenaza de estos predadores y consecuentemente la necesidad de suportar perros con este porte. Después de la Guerra Civil Española, se instaló un periodo de evidente crisis económica que hizo a que esta ancestral herencia genética casi se extinguiera. No obstante, esta amenaza de extinción fue trabada en los años 70 por un conjunto de admiradores de estos perros.
En 1977, fue fundado el Clube del Mastín de los Pirineos de España por Rafael Malo Alcrudo, Daniel Llorens Guerrero y Jaime Graus Morales, que se afilió a la Real Sociedad Canina de España. Con esta fundación, se inauguró una nueva fase en la historia de esta raza, que pasó a ser dotada de un programa de creación moderno. A continuación, empiezan a brotar por todo el mundo clubes y asociaciones que protegen y fomentan la creación de este majestoso perro. Es un ejemplo la Pyrenean Mastiff Club of America, fundada en 1996. Su exportación es también significativa y comprende países como la Noruega, Finlandia, Suiza, Italia y Francia.

Descripción:
El Mastín de los Pirineos tiene una altura del garrote que varía entre los 70 y los 80 cm y pesa entre 55 y 70 kg.
Su pelaje es espeso, denso y un poco áspero, más largo en los hombros, cuello, vientre y cola. Es normalmente blanco con marcas doradas o gris.
Su cabeza es proporcional al cuerpo, fuerte, con un chaflán suave. Sus ojos son pequeños y oscuros y las orejas, de tamaño medio, son triangulares y están normalmente pendientes. El cuerpo de este mastín es largo y posee una construcción formidable, robusta y sólida. Su dorso es firme y fuerte y su pecho es profundo y ancho. Los miembros revelan excelentes huesos, son verticales y bastante musculosos. La cola se constituye de mechones de pelos y, en reposo, la trae pendiente.


Temperamento:
Este perro de porte intimidante es, en realidad, un animal afectuoso, dotado de una nobleza y calma notables. Con todo, no es un animal pasivo. Considerado un excelente perro de guardia, este perro es bastante inteligente y esta siempre atento al ambiente que le rodea. No le caen mal presencias extrañas, pero es conveniente que le sean “presentadas”. Sólo reacciona agresivamente en situaciones que lo exijan.
Debido a su porte robusto, se recomienda a que los dueños de este tipo de perros sean algo experimentados. Aunque no sea un perro agresivo, se recomienda que se les enseñe a estar en el seno de una familia y a tolerar la presencia de personas extrañas. Es muy bueno con los niños.


Observaciones:
El Mastín de los Pirineos tiene una expectativa de vida que ronda los 12 años. Se le considera un perro saludable, aunque pueda sufrir de entropía, inflamación de los intestinos y, ocasionalmente, displasia de la cadera.
La manutención de su pelo deberá ser realizada ocasionalmente con un cepillo de cerdas, pero en el verano, cuando se le cambia el pelo, se recomienda cepillárselo con más frecuencia. Esta no es una tarea difícil, ya que su pelaje, siendo duplo, le protege de la suciedad.
No se puede olvidar el ejercicio físico. Este perro no es exigente en este punto, pero deberá hacer algunas caminadas para evitar el exceso de peso.
Se destaca también que a este perro no le caen muy bien los espacios pequeños. No vivirá muy bien dentro de un piso. El ideal es que disponga de un jardín bien cercado con acceso a sombra y agua.