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Dragón Barbudo o Pogona (Pogona vitticeps)
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Dragón Barbudo o Pogona (Pogona vitticeps)
- Nombre común: Pogona Vitticeps.
- Tiempo de actividad: Diurno.
- Area de movimiento: Suelo.
- Temperatura del día: 27-28ºC.
- Temperatura de la noche: 18-22ºC.
- Humedad relativa: 40-50%.
- Distribution: Australia (este y sudeste).
- Alimentación: Carnívoro en edad juvenil. Omnívoro de adulto.
- Reproducción: Ovíparo.
Introducción:
El dragón barbudo, Pogona vitticeps, es propio de Australia, donde habita las sabanas, regiones semiáridas, rocosas y desérticas, aunque se los encuentra también en bosques abiertos y hasta en la costa.
Los ejemplares que hoy podemos adquirir en tiendas son resultado de reproducciones en cautiverio. Esto porque las leyes australianas de protección ambiental prohíben la exportación de las especies nativas del territorio.
Características:
El género “Pogona” (que incluye lagartos de vida terrestre o semiarborícola) está incluido en la familia de los agámidos, un grupo de saurios. La mayoría de ellos tienen la cabeza grande, extremidades fuertes y cola relativamente larga, y el dragón barbudo puede considerarse como un agámido típico.
Los machos adultos pueden llegar a alcanzar los 60 cm de longitud, de los cuales, aproximadamente la mitad corresponderá a la cola, que levantan cuando se alertan por algo. Su apariencia de tonos dorados y de pintas negras en el cuerpo lo hacen un lagarto único. Las particulares barbas de estos animales, no dejan de ser en realidad unas escamas puntiagudas que en absoluto son punzantes. Esta es la particularidad que les da el nombre ya que estas escamas se parecen a una barbilla.
Las púas que dan nombre a ese reptil, son parte de los atributos que lucirán en la época reproductiva, en la que especialmente el macho, infla y obscurece su papada para asustar a oponentes y atraer hembras. Esto, suele venir acompañado de un movimiento de cabeza que los machos usan, no solamente en esta época, sino también cada vez que se cruzan con otro macho.
Temperamento:
En cautiverio estos dragones constituyen mascotas sorprendentes, revelando una personalidad cautivadora y una apariencia intrigante. Son simpáticos, no son muy exigentes afectivamente y se presentan fácilmente amansables. Son animales muy curiosos y territoriales. Hay que proporcionarles un espacio suficiente para que puedan investigar y evitar a la vez la obesidad que suele darse en adultos, y tener cuidado con la superpoblación, porque a cada individuo le gusta una zona que pueda considerar como suya.
Los dragones barbudos son animales fáciles de domar, pero es un ejercicio que requiere tiempo y paciencia. Es necesario mantener un contacto permanente sin que dicho contacto genere stress en el dragón. Es una mascota dócil, le gusta estar en la mano de su amo y subir a los hombros. Al tomarlos, se lo debe sostener con todos los dedos por debajo de su panza y sólo el pulgar rozando levemente la espalda. Estos animales no soportan el ser tomados firmemente, aunque siempre se debe demostrar que es uno el que domina. Si fuese necesario, recomendamos usar guantes de cuero. Las mordidas de estos animalitos son desagradables.
Terrario:
Los dragones barbudos necesitan a un terrario espacioso y bien ventilado, para que incluya una variedad de espacios y permita lograr el gradiente termal indicado. El tamaño para un ejemplar adulto será de 90x30x40 cm. como mínimo. En caso de ser más de un animal, se deben aumentar considerablemente las dimensiones para evitar la superpoblación y asegurarnos de que cada individuo cuenta con una zona que puede considerar como suya. La tapa del mismo debe evitar escapes.
La decoración debe recrear una sabana o un desierto ya que el sustrato en su ambiente natural es arena. En cautiverio se recomienda usar conchilla (la de los acuarios) o arena gruesa esterilizada. Estas mascotas necesitan escondites, áreas de ejercicio y zonas de reposo para tomarse el sol y prevenir el estrés. Para crear estos espacios se puede usar una caja de madera con aberturas y colocar pequeñas rocas, troncos, cuevas y rama o piedras para que cada dragoncito pueda asolearse (las ramas y rocas deben estar aseguradas para que no caigan). Pueden ponerse unas plantas pero no resulta práctico y no hace diferencia para el animal. Como sustrato puede usarse arena o tierra que se comercializa en establecimientos especializados, césped artificial, papel de periódico (mejor para las crías), serrín o cortezas trituradas.
Los dragones barbudos, como todos los animales diurnos, tienen la necesidad de radiación ultravioleta para sintetizar la vitamina D (que permite la fijación del calcio), por lo que habrá que instalar un tubo UV especial para reptiles. Además, si el terrario se encuentra en una habitación poco iluminada durante el día, se debe complementar la iluminación con una lamparita o spot, que además pueden ayudar a brindar más temperatura en invierno. Este tubo debe estar encendido unas 10-12 horas para proporcionar el fotoperiodo, esto se logra gracias a un temporizador.
Aunque los dragones barbudos son habitantes del desierto, así como con todas las especies desérticas, demasiado calor puede ser tan peligroso como demasiado frío. Estos dragones pasan la parte más cálida del día en escondites relativamente más frescos. El terrario debe proveer el gradiente termal adecuado: durante el día la temperatura debe oscilar entre los 24º C (en la parte fresca) y los 30º C (en la parte cálida), con un área de reposo entre 32º y 35º C.
De noche la temperatura de la parte fresca no debe ser menor a 21º C. Esto puede lograrse usando una piedra calefactora o un cable térmico que irá colocado en el suelo del terrario y bajo un cartón (se supone un terrario de madera) para evitar las quemaduras y el contacto con líquidos, sobre el cartón irá el sustrato. El terrario no debe estar nunca "mojado", debe ser relativamente seco pero es recomendable pulverizar una vez al día al dragón con agua tibia, sobre todo durante la muda.
Alimentación:
Estos dragones son omnívoros y tienen un apetito voraz, parecen un saco sin fondo y esto es bueno en los recién nacidos y juveniles puesto que crecerán rápido, pero hay que vigilar a los adultos que tienden a engordar. Al principio son más carnívoros, más tarde descubren el gusto por los vegetales. Comen insectos y pequeños vertebrados, así como una considerable cantidad de materia vegetal. Hasta los 4 meses, se deben ofrecer grillos muy pequeños o moscas de la fruta sin alas. Luego se pueden empezar a ofrecer también tenebrios muy chicos. Los ejemplares jóvenes comen insectos, verduras y frutas o alguna presa viva ocasional (lactantes de ratón).
De adultos, su alimentación pasa a ser casi exclusivamente vegetariana. Se ofrecen insectos hasta dos veces por semana y una presa viva cada 10 a 15 días. Es preferible ofrecer presas vivas ya que el exceso de insectos puede ocasionar obstrucciones intestinales.
Los insectos, grillos, langostas, saltamontes, orugas de seda deben ser de criadero, ya que los que se pueden cazar en el jardín de casa o en la calle pueden ser venenosos por tener restos de pesticidas que intoxican al animal. De vegetales se pueden darle: albahaca, escarola, hojas de diente de león, zanahoria, acelga, berro, zapallito, batata, perejil y brotes de soja. Se deben evitar la espinaca y la lechuga. Entre las frutas, podemos ofrecer mango, moras, kiwi, frutillas, manzana, banana, pera, durazno.
También podemos ofrecerles pienso de conejo remojado, piensos comerciales, arroz hervido, cereales, pan integral. Hay que suplementar las comidas con vitaminas y calcio dos o tres veces por semana, sobre todo a los jóvenes y hembras en época de cría. El tamaño de las presas ha de ser siempre menor que la cabeza de los dragones. Podemos ofrecer tanto los vegetales como los insectos con unas pinzas y los Pogonas suelen aceptarlos con agrado. Para beber, se recomienda que haya siempre un recipiente no muy grande ni muy profundo con agua limpia y fresca.
Cuidados y Reproducción:
La edad reproductiva de los dragones barbudos empieza sobre su segundo año de vida.
Algo muy curioso de este animal es su capacidad de saludar haciendo círculos con la mano. Así se reconocen como miembros de su propia especie pero las hembras también lo hacen para mostrar su sumisión ante el apareamiento o reprimir el ataque de los machos. Estos movimiento son más típicos de la crías, quedando restringido casi por completo en los adultos a las hembras o machos dominados.
Si mantenemos un grupo de barbudos, podremos observar la jerarquización que entre ellos se establece desde ya muy jóvenes, más típica de un cuartel militar que de un terrario.
Si el animal tiene un comportamiento raro, como la falta de apetito o una respiración ruidosa, visite inmediatamente un veterinario especialista en animales exóticos y reptiles.
El dragón barbudo, Pogona vitticeps, es propio de Australia, donde habita las sabanas, regiones semiáridas, rocosas y desérticas, aunque se los encuentra también en bosques abiertos y hasta en la costa.
Los ejemplares que hoy podemos adquirir en tiendas son resultado de reproducciones en cautiverio. Esto porque las leyes australianas de protección ambiental prohíben la exportación de las especies nativas del territorio.
Características:
El género “Pogona” (que incluye lagartos de vida terrestre o semiarborícola) está incluido en la familia de los agámidos, un grupo de saurios. La mayoría de ellos tienen la cabeza grande, extremidades fuertes y cola relativamente larga, y el dragón barbudo puede considerarse como un agámido típico.
Los machos adultos pueden llegar a alcanzar los 60 cm de longitud, de los cuales, aproximadamente la mitad corresponderá a la cola, que levantan cuando se alertan por algo. Su apariencia de tonos dorados y de pintas negras en el cuerpo lo hacen un lagarto único. Las particulares barbas de estos animales, no dejan de ser en realidad unas escamas puntiagudas que en absoluto son punzantes. Esta es la particularidad que les da el nombre ya que estas escamas se parecen a una barbilla.
Las púas que dan nombre a ese reptil, son parte de los atributos que lucirán en la época reproductiva, en la que especialmente el macho, infla y obscurece su papada para asustar a oponentes y atraer hembras. Esto, suele venir acompañado de un movimiento de cabeza que los machos usan, no solamente en esta época, sino también cada vez que se cruzan con otro macho.
Temperamento:
En cautiverio estos dragones constituyen mascotas sorprendentes, revelando una personalidad cautivadora y una apariencia intrigante. Son simpáticos, no son muy exigentes afectivamente y se presentan fácilmente amansables. Son animales muy curiosos y territoriales. Hay que proporcionarles un espacio suficiente para que puedan investigar y evitar a la vez la obesidad que suele darse en adultos, y tener cuidado con la superpoblación, porque a cada individuo le gusta una zona que pueda considerar como suya.
Los dragones barbudos son animales fáciles de domar, pero es un ejercicio que requiere tiempo y paciencia. Es necesario mantener un contacto permanente sin que dicho contacto genere stress en el dragón. Es una mascota dócil, le gusta estar en la mano de su amo y subir a los hombros. Al tomarlos, se lo debe sostener con todos los dedos por debajo de su panza y sólo el pulgar rozando levemente la espalda. Estos animales no soportan el ser tomados firmemente, aunque siempre se debe demostrar que es uno el que domina. Si fuese necesario, recomendamos usar guantes de cuero. Las mordidas de estos animalitos son desagradables.
Terrario:
Los dragones barbudos necesitan a un terrario espacioso y bien ventilado, para que incluya una variedad de espacios y permita lograr el gradiente termal indicado. El tamaño para un ejemplar adulto será de 90x30x40 cm. como mínimo. En caso de ser más de un animal, se deben aumentar considerablemente las dimensiones para evitar la superpoblación y asegurarnos de que cada individuo cuenta con una zona que puede considerar como suya. La tapa del mismo debe evitar escapes.
La decoración debe recrear una sabana o un desierto ya que el sustrato en su ambiente natural es arena. En cautiverio se recomienda usar conchilla (la de los acuarios) o arena gruesa esterilizada. Estas mascotas necesitan escondites, áreas de ejercicio y zonas de reposo para tomarse el sol y prevenir el estrés. Para crear estos espacios se puede usar una caja de madera con aberturas y colocar pequeñas rocas, troncos, cuevas y rama o piedras para que cada dragoncito pueda asolearse (las ramas y rocas deben estar aseguradas para que no caigan). Pueden ponerse unas plantas pero no resulta práctico y no hace diferencia para el animal. Como sustrato puede usarse arena o tierra que se comercializa en establecimientos especializados, césped artificial, papel de periódico (mejor para las crías), serrín o cortezas trituradas.
Los dragones barbudos, como todos los animales diurnos, tienen la necesidad de radiación ultravioleta para sintetizar la vitamina D (que permite la fijación del calcio), por lo que habrá que instalar un tubo UV especial para reptiles. Además, si el terrario se encuentra en una habitación poco iluminada durante el día, se debe complementar la iluminación con una lamparita o spot, que además pueden ayudar a brindar más temperatura en invierno. Este tubo debe estar encendido unas 10-12 horas para proporcionar el fotoperiodo, esto se logra gracias a un temporizador.
Aunque los dragones barbudos son habitantes del desierto, así como con todas las especies desérticas, demasiado calor puede ser tan peligroso como demasiado frío. Estos dragones pasan la parte más cálida del día en escondites relativamente más frescos. El terrario debe proveer el gradiente termal adecuado: durante el día la temperatura debe oscilar entre los 24º C (en la parte fresca) y los 30º C (en la parte cálida), con un área de reposo entre 32º y 35º C.
De noche la temperatura de la parte fresca no debe ser menor a 21º C. Esto puede lograrse usando una piedra calefactora o un cable térmico que irá colocado en el suelo del terrario y bajo un cartón (se supone un terrario de madera) para evitar las quemaduras y el contacto con líquidos, sobre el cartón irá el sustrato. El terrario no debe estar nunca "mojado", debe ser relativamente seco pero es recomendable pulverizar una vez al día al dragón con agua tibia, sobre todo durante la muda.
Alimentación:
Estos dragones son omnívoros y tienen un apetito voraz, parecen un saco sin fondo y esto es bueno en los recién nacidos y juveniles puesto que crecerán rápido, pero hay que vigilar a los adultos que tienden a engordar. Al principio son más carnívoros, más tarde descubren el gusto por los vegetales. Comen insectos y pequeños vertebrados, así como una considerable cantidad de materia vegetal. Hasta los 4 meses, se deben ofrecer grillos muy pequeños o moscas de la fruta sin alas. Luego se pueden empezar a ofrecer también tenebrios muy chicos. Los ejemplares jóvenes comen insectos, verduras y frutas o alguna presa viva ocasional (lactantes de ratón).
De adultos, su alimentación pasa a ser casi exclusivamente vegetariana. Se ofrecen insectos hasta dos veces por semana y una presa viva cada 10 a 15 días. Es preferible ofrecer presas vivas ya que el exceso de insectos puede ocasionar obstrucciones intestinales.
Los insectos, grillos, langostas, saltamontes, orugas de seda deben ser de criadero, ya que los que se pueden cazar en el jardín de casa o en la calle pueden ser venenosos por tener restos de pesticidas que intoxican al animal. De vegetales se pueden darle: albahaca, escarola, hojas de diente de león, zanahoria, acelga, berro, zapallito, batata, perejil y brotes de soja. Se deben evitar la espinaca y la lechuga. Entre las frutas, podemos ofrecer mango, moras, kiwi, frutillas, manzana, banana, pera, durazno.
También podemos ofrecerles pienso de conejo remojado, piensos comerciales, arroz hervido, cereales, pan integral. Hay que suplementar las comidas con vitaminas y calcio dos o tres veces por semana, sobre todo a los jóvenes y hembras en época de cría. El tamaño de las presas ha de ser siempre menor que la cabeza de los dragones. Podemos ofrecer tanto los vegetales como los insectos con unas pinzas y los Pogonas suelen aceptarlos con agrado. Para beber, se recomienda que haya siempre un recipiente no muy grande ni muy profundo con agua limpia y fresca.
Cuidados y Reproducción:
La edad reproductiva de los dragones barbudos empieza sobre su segundo año de vida.
Algo muy curioso de este animal es su capacidad de saludar haciendo círculos con la mano. Así se reconocen como miembros de su propia especie pero las hembras también lo hacen para mostrar su sumisión ante el apareamiento o reprimir el ataque de los machos. Estos movimiento son más típicos de la crías, quedando restringido casi por completo en los adultos a las hembras o machos dominados.
Si mantenemos un grupo de barbudos, podremos observar la jerarquización que entre ellos se establece desde ya muy jóvenes, más típica de un cuartel militar que de un terrario.
Si el animal tiene un comportamiento raro, como la falta de apetito o una respiración ruidosa, visite inmediatamente un veterinario especialista en animales exóticos y reptiles.
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